Cangrejos tirando de cangrejos


Este es el blog de mis quejas, donde aterrizan mis frustraciones y no todas. Socializado, inmerso en esta sociedad, arrastrado a sus torturas diarias y bien hipotecado vivo atrapado en el apartamento de 68 metros cuadrados en el que la crisis me encerro, sin posibilidad de vender ni terminar de pagar... de momento hasta el 2035.

En esta España, mía, esta España nuestra, personas como yo, de culo inquieto compartir este espacio con otras tres personas es complicado, trabajar para esta España mía en un lugar público controlado por la política no es atractivo pero paga las facturas, en todo esto mi cabeza no para de pensar, en orquestar ideas y estrellarlas contra la burda realidad del espacio y de mi entorno.

Es difícil de entender para la gente sin grandes aspiraciones lo que representa para la gente creativa la falta de espacio para crear. Es difícil crear en espacios compartidos donde concentrarse es prácticamente ya un trabajo de chinos. Tengo un truco, la oficina en ocasiones la tengo junto al trono y mi mejor sitio de inspiración es la ducha. Es triste pero la falta de espacio agudiza el ingenio.

En alguna ocasión admiro el trabajo de los demás y viendo sus lugares de esparcimiento desaprovechados tengo una sensación agridulce. Ayer, sin ir más lejos, vi tres trasteros en una misma casa, tres habitaciones sobrantes sin aprovechamiento ninguno, fue frustrante. Por otro lado me iban a dejar una habitación en un apartamento vacío (con condiciones), quieren llenarlo de muebles, curioso, quieren amueblar una habitación que nunca van a usar (debe ser para adaptarse a los canones españoles de habitación, habitación cama, habitación cama).

Mis progresos personales en lo creativo se ven coartados siempre que intento crear algo y es con lo que voy a compartir mis pensamientos este puente del día del trabajo, estoy frustrado.

Hace poco lei una historia que os quiero compartir:

Iba el nieto con su abuelo a coger cangrejos, el abuelo llevaba dos cubos, uno para los cangrejos asiaticos y otro para los europeos, el cubo de los cangrejos asiáticos no tenía tapa y el de europeos si. El nieto pregunto cual era la razón. Los cangrejos asiáticos se escapaban mientras que los europeos cuando uno va a escapar le tiran de las patas y lo devuelven al cubo.

Es un poco la sensación que tengo sobre este país y sobre mi entorno, si intentas hacer algo, siempre algo sale mal, alguien te falla o algún impedimento externo no te lo permite. He leído mucho sobre el tema y muchos dirán que son los miedos o las excusas los que no me permiten avanzar. Desde mi despacho de metro cuadrado les agradecería una solución, quizas termine este artículo en la esquina de mi sofa con chislongue junto a mi hija de 3 años saltando a mi lado.

Puede que la situación no sea la mejor, pero os aseguro a todos que tarde o temprano saldre de aquí y no pienso hacer tratos de favor.

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