La privatizacion imparable

Todo empieza por un vamos a traer a un jefe nuevo que nos han recomendado desde Madrid, es un gran trabajador y un tio muy versado en el tema. Cuando llega te das cuenta de que no sabe nada sobre el tema, que solamente sabe lo que le van a ir diciendo desde arriba.
Se dedica a delegar y a rodearse de los menos reaccionarios, resumiendo, de los que no saben lo que este tio se trae entre manos, los mas pelotas y los que probablemente nunca se mantendrian con el fruto de su trabajo. Al nuevo jefe esta clase de gente le gusta porque al no ser acogidos con los reaccionarios que solamente se dedican a trabajar tiene que tener moscas alrededor diciendole que y donde se cuece.
Pasan unos años y poco a poco a base de no soltar prenda se siente comodo, un trabajo publico, un contrato bien atado, sus secuaces informandole de lo que se cuece y el disfrutando de los nuevos trabajos con empresas subcontratadas a las cuales les extiende un cheque y les deja un pellizco, la vida le sonrie...
Los trabajadores de los servicios publicos arrinconados por la falta de trabajo se desesperan y cada vez sienten mas y mas cerca que el servicio donde trabajan se desmorona, son posiblemente los que se coman la mierda cuando el castillo de naipes se venga abajo.
La incompetencia de muchas de estas empresas y la desidia para mantener lo que ya han cobrado hacen que pronto abandonen el proyecto, cuando todo es nuevo el dinero corre a raudales pero mantener un pastel comido no deja dinero y es mejor buscar nuevos pasteles.
Las protestas son continuas y tarde o temprano el jefe caera de su trono, pero... que pasa con la empresa publica? sangrada, estenuada y ultrajada. Estas empresas las mantenemos todos con nuestros impuestos, es un momento de crisis, un momento de cambio... ¿Porque seguimos tolerando este tipo de cosas?